03 Ene Accidentes dentales más comunes durante las fiestas
Como te imaginarás, los accidentes dentales tampoco escapan de las fiestas.
Al igual que mucha gente, pensarás que los dientes deben portarse igual de bien que los niños durante estas fechas debido a que Papá Noel y/o los Reyes Magos los están vigilando, pero no es así.
Son como Grinch, en el momento que menos te lo esperas, querrán arruinarte las fiestas.
Bromas aparte, en esta época nuestros dientes están sometidos a mucha presión: absorben el estrés de esta época (laboral y familiar), son víctimas de las burradas más inverosímiles, sufren los cambios alimenticios y cuando menos te lo esperas (Ley de Murphy) evidencian la falta de tratamiento.
Estas son las emergencias más frecuentes en esta época:
- Dientes astillados.
¿El turrón duro de almendras te ha jugado una mala pasada? ¿Creías que tus molares eran el mejor alicate para comerte ese centollo? ¿Apostaste que podrías abrir un botellín con los dientes y además de ganar la apuesta te quedaste con un trozo de diente?
Lamento decirte que tus dientes no son de Adamantium, el metal que hace a Lobezno indestructible.
En casos de astillamiento o rotura, te recomendamos que guardes la pieza. Enjuágate la boca con agua tibia y si estás sangrando, ponte una gasa en la zona afectada. Para que no se te hinche mucho la zona, aplícate un poco de frío. No te preocupes, esto se arregla fácilmente.
- Caída de dientes.
¿Hiciste tu gran paso de flash dance en la cena de empresa y aterrizaste con la cara provocándote la caída de un diente?
Además de tener el orgullo por el suelo, ahora tienes un hueco espantoso en la boca.
¡Ánimo, el diente aún no está perdido del todo! Así que aún no se lo pongas al ratoncito Pérez porque hay gran probabilidad de recuperarlo.
Enjuaga en agua el diente e intenta colocarlo en la cavidad. No lo fuerces. Si no es posible, en lo que vas al dentista de urgencia, colócalo entre la mejilla y la encía para mantenerlo húmedo o mételo en un vaso de leche o agua ligeramente salada.
- Dolor de muelas o encías hinchadas.
Ya sabemos que ciertos cuñados son como un dolor de muelas, pero si sientes más dolor que al escucharle lo bien que consigue las cosas, lo más probable es que tengas una infección.
Enjuágate la boca con agua tibia. Si tienes la boca hinchada, aplícate frío en la zona afectada. Si es un absceso, te recomendamos que te tomes un analgésico.
Y no, no le hagas caso a tu cuñado que leyó (a saber donde) que una aspirina en la zona afectada es el mejor remedio. Puede quemarte los tejidos de la encía.
- Pérdida de coronas o rellenos.
¿Te comiste ese dulce navideño que fue tan pegajoso que tu corona se sintió atraída por el?
Estas atracciones fatales, conllevan cita urgente con el dentista.
Mientras tanto, no pierdas la corona e intenta colocarla en su sitio con pasta de dientes o adhesivo para dentaduras postizas (seguro que la abuela tiene un poco).
Y no, tampoco le hagas caso a tu cuñado con el Loctite.
Si al colocarla se engancha con la lengua o la encía, mejor guárdala en una gasa.
Si lo que se te ha caído es el relleno, no hace falta guardarlo. Rellena únicamente el hueco con chicle sin azúcar o adhesivo dental.
- Lengua o labios mordidos.
Si al discutir con tu cuñado el problema del independentismo catalán te has mordido de más la lengua y tienes mucho dolor, aplícate una compresa fría sobre la zona afectada. Si sangra y no se detiene usando una gasa, posiblemente necesites puntos de sutura.
Esperamos que no sufras ningún tipo de emergencia durante las fiestas y que las disfrutes al máximo. Recuerda la moderación en el azúcar y lleva siempre a mano tu kit de limpieza dental para que te afecte lo menos posible.
Todo el equipo de Dental Cabac, te desea unas felices fiestas.
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